Transformación completada.

Te voy a contar como es el mundo en realidad:

Nadie da nada por nadie. Te tropezarás con engaños todos los días,
y una bala llamada desconfianza te perforará el pecho a una velocidad
de vértigo. Recibirás incontables golpes altos, y bajos, quizá no todos los días,
pero desafortunadamente una gran parte de ellos. Tratarán de pisotearte.
Ponerse por encima de ti. Y se encargarán de apagar la pequeña luz
de tu mundo siempre que tengan ocasión.

Las palabras bonitas solo se utilizarán para conseguir un determinado fin. Los
te quiero y los te amo solamente serán armas arrojadizas. Y, por desgracia,
hoy en día están muy sobrevalorados. Y no hablemos de ese "lo siento" que, a veces,
ambiguamente, es casi tan impronunciable como fácilmente recitable. Harán
añicos tus sueños, los deshojarán como los enamorados hacen con las
margaritas. Estarán pendientes a que bajes tu guardia, a que des un paso
en falso, para atacar como tiburones.

Tratamos de idealizar un mundo más portentoso y menos desenfrenado para
no enfrentarnos a la dura realidad. Pero te diré una cosa... no importa cuantas
veces te hayan roto el corazón, porque lo importante, la clave, la verdadera lucha
se trata de volver a levantarte cada mañana tratando de vivir, que no sobrevivir,
y superar los obstáculos que el mundo tiene preparado para ti.

Y te diré otra otra, pero no menos importante. Atento. No te sorprendas, ¿de acuerdo? Ahí
va: TÚ TIENES EL PODER DE CAMBIAR EL MUNDO.

Nunca lo olvides.