sábado, 16 de agosto de 2014

¿Me dará algo de luz?

Desde lo lejos observo como juegas con tu dedo en la arena,
tratando se dibujar secretos. Secretos tuyos. Secretos que 
no eres capaz de confesar por miedo a romper la delgada
y fina pared de cristal que construimos con amor.

Las olas nacen de las profundidades y mueren en la orilla. El constante 
abrazo del mar con la bruma le hacen competencia al brillo desconsolado
de tus ojos. Yo, sin embargo, aparto mi mirada al cielo. Escucho
tu voz en mi cabeza. Tus palabras me traen calma.

En tu pelo enredado miles de granos de arena que, de alguna forma,
están buscando huir de un lugar donde todos son iguales. Tú sonríes
identificado. Y sonríes más todavía cuando observas a las palmeras
bailar al compás del viento. ¡Qué verde tan intenso el de sus hojas...!
-piensas. 

No puedo evitar sonreír por su culpa. Y vuelvo a reír. Y me río
otra vez. A carcajadas...

La gasolina del motor. La chispa de la vida. Eso es. La risa. 
Romper con la monotonía. ¿No?

1 comentario:

  1. que bonito es reir, es una sensación de alegria que nos innunda por dentro y hace que todo lo que nos rodea tenga otra luz y contagie a quien nos ve.

    ResponderEliminar