lunes, 7 de octubre de 2013

Ojalá supiera cómo se sentiría ser libre.

Estar ligado a alguien es ser poseedor de un vínculo. Es algo como...
hola, soy yo y tengo un vínculo contigo.

Los vínculos se crean por diferentes razones. Por gustos en común,
por aficiones, por pensamientos ideológicos, etc. Sin embargo, los
vínculos que más me gustan son aquellos que nacen del corazón. Y
de las casualidades. Son aquellos que dan lugar a un amigo, o a un amor.
Aunque, siendo sincero, nunca logramos entender la magnitud de ese
vínculo hasta que lo fortificas con el tiempo.

El vaivén de la vida provoca nuevas experiencias, nuevas acampadas para
ver las estrellas, nuevos besos en las esquinas, nueva magia ininterrumpida,
provoca que se te caigan los papeles y alguien inesperado te ayude a
recogerlos... entonces, el vínculo nace. Aunque, de hecho, los 
momentos reiterados son los que sueldan el vínculo, los que lo ligan
directamente a tu corazón.

He tenido mucha suerte de entender qué grandes son los vínculos que me 
unen a otras personas en mi vida. Vínculos que, presumiendo de ello, llevan
años atados a mí. Por eso puedo decir, que me ha tocado la lotería...

Muchas veces nos enfadamos con nuestros amigos, con nuestra pareja,
odiamos al mundo entero y solamente queremos convertirnos en humo y
viajar con el aire... Pero por el momento, es imposible conseguirlo. ¿Adivinas el
por qué? Porque estamos ligados a vínculos que nos recuerdan donde 
procedemos, a quién amamos, quiénes somos y a dónde pertenecemos.

Y nunca, te aseguro que nunca, te darás cuenta de cuánto importante es 
un vínculo para ti hasta que cuando intentas huir eres disparado de vuelta
hacia atrás, pues la cuerda que se encuentra alrededor de tu cintura no te
dejará escapar. Y con lagrimas regresas sobre tus pasos queriendo 
arreglar todos los problemas, pues no hay sensación más agradable que respirar
y silenciar el sentimiento diciendo "te he echado mucho de menos", "lo siento".
Y el vínculo vuelve a regenerarse.

Estar ligado a alguien es ser poseedor de un vínculo. Es algo como...
hola, soy yo y tengo un vínculo contigo, y es una de las cosas más bonitas
que me han pasado en la vida.


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