Cuando ocurre un hecho, o se escucha o se visualiza
algo, siempre parece que ha durado más la primera
vez que el resto de veces que la hemos vuelto a ver
posteriormente. Esto ocurre porque las neuronas están
recogiendo toda la información del medio externo y
procesándola de una forma completa la primera vez.
El resto de la veces es similar a una página web, donde
una vez ya la hemos visitado anteriormente, se guarda
un caché para que la próxima vez que visitemos esa
web, la carga sea más rápida y eficaz.
Hablando de similitudes, las malas noticias son un
ejemplo perfecto. Surgen un día cualquiera, en un
momento cualquiera. Y no solamente se arroja una
sobre ti, parece que todas suelen ir de la mano y
deciden asfixiarte. Entonces es cuando después del
impacto tardamos unos segundos, minutos, horas o días
en reaccionar. Intentando traducir y almacenar esa
información. Información que cuanto más deseamos
eliminar más se nos queda tatuada.
Entonces es cuando necesitamos sonreír y no podemos
permitirnos el lujo. No podemos costearnoslo. Ahora
eres tú quien decide. Quien decide abandonarlo todo,
o continuar adelante. La elección es tuya, los impulsos
químicos de las neuronas, casi inevitables.
Es demasiado fácil rendirse cuando tienes la oportunidad de brillar.
ResponderEliminarEs demasiado fácil dejarles ganar.
Es demasiado darles la oportunidad o el gusto de verte derrotados.
Las malas noticias no vienen solas, pero tampoco son insuperables.
Y cuando nos superen, las superaremos..
Te quiero KING.