viernes, 1 de julio de 2011

De tanto no entender, he terminado entendiendo.

No soy un superhumano. No tengo el mejor trabajo del
mundo. Sólamente soy valiente a tiempo parcial. Tengo
kilos de insomnio acumulado en mis párpados. Ni siquiera
tengo una casa en la cuál, al entrar, no tenga esa horrible
sensanción de que, de un momento a otro, se me van a terminar
cayendo las paredes encima.
Paso muchas horas de mi vida soñando con cosas imposibles
que la gente olvida, y sin embargo, yo sigo creyendo que
algún día pueden hacerse realidad. De un momento a otro.
En cuanto menos te lo esperas...
Es cierto que paso más horas de mi vida intentando encontrarme
que viviendo sin pensar en lo que va a ocurrir. O, mejor dicho,
creo que paso más tiempo en descubrir quién soy que viviéndo mi
vida sin preocuparme de lo que me depara lo inesperado.

Te puedo asegurar que además de todo esto, en mi vida ocurren
una gran cantidad de cosas que no entiendo, otras que no entiendo
y otras que nunca entenderé. Pero, solo quería que supieras que
aunque a veces no entienda nada, aunque no entienda por qué
ocurren todas estas cosas, quiero decirte que... si tu no estuvieses
aqui, las cosas buenas no serían nunca tan buenas.
No sé que es morir, pero yo moriría por ti. No entiendo que es pelear,
pero yo pelearía por ti. No entiendo nunca el por qué, pero lo haría...
por ti, lo haría.

No hay comentarios:

Publicar un comentario