partes de mí atrás. Frecuentemente me encuentro
sin defensa ante mis debilidades. Tengo la sensación
de que la batalla que libra uno contra sí mismo
es la más dura de afrontar. Tú eres tu peor
enemigo. ¿Quién te conoce mejor que tú?
Y noches y noches de desvelo y miedo
buscándole una puerta trasera a toda mi inseguridad,
cuando sólamente he sido eso, inseguridad.
Sin embargo no entiendo como puede ser
tan pasajero y a su vez tan hospedante.
Las mentiras únicamente me tienen engañado
durante un tiempo limitado. Porque sé que los muros
no mantienen a los demás fuera, sino a mí dentro.
Siempre he pensado que algún día volveré
a confiar y darme una oportunidad, pero eso
no me hace diferente.
Es una batalla en la cual no tengo defensa.
Porque sea donde sea, sea cuando sea, o sea como sea, un abrazo siempre te rejuvenece el alma.
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