Es ahogarse. No tiene otra palabra, ahogarse. Es cierto que no tienes
que estar sumergido en ningun oceano para sentirte ahogado. Es como
quedarse sin aire en tierra firme. Solo sientes...presión. Sí, esto es todo.
Sientes la presión alrededor de tu corazón como si alguien hubiera puesto
todo su empeño en comprimirlo cada vez más...
Tienes razón, son las palabras rompiendose en tu boca. El puño que
no te deja respirar es todo lo que sientes, todo lo que nunca pudistes decir.
Somos humanos y las lágrimos son nuestras mejores amigas para sacar
afuera esa gran compleja angustia que nos ocupa el interior.
Las personas olvidamos lo bien que nos sentimos cuando decirmos
lo que queremos decir, lo que sentimos, lo que pensamos.
Pero a fin de cuenta, somos una persona más y todas las personas
tienen un límite. Un vaso donde no cabe una sola gota más.
Pero también olvidamos lo bien que uno termina cuando lo vacía
de la mejor forma posible y al final todo termina bien. Solo haz de
saber como derramar bien el vaso para que se te escuche y se
te entienda. Cuestión de sentimientos.
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