martes, 26 de octubre de 2010

¿Dónde paran los sueños?

Como cualquier persona constantemente deseamos algo.
Cuando eramos niños deseabamos tener una bicicleta,
una casa de muñecas, una consola, y suplicábamos
para conseguirlo. Ahora que somos mayores deseamos
un buen trabajo, un buen coche, una buena casa...
Eso está verdaderamente bien, sin embargo nunca nos
damos cuenta que lo que verdaderamente es
importante son los pilares que sostienen la vida:
los amigos, la familia y una buena salud.

Mientras unos soñamos con metas futuras,
otros desean una buena salud este año,
volverse a reencontrar con el amigo que
hace 5 años que no han vuelto a ver, y
muchos otros volver a poder hablar con su familia.

Para primero poder desear de verdad, antes debemos
ser muy cautelosos con nuestros pilares, donde reside
la verdadera felicidad y no descuidarlos nunca. Si uno
se pierde, se pierde todo.
Después podrás desear de verdad. Y lo que ocurre con
los deseos es que si te mantienes en una lucha constante
en dedicar día a día tu tiempo restante a lograr tu deseo,
quizás, al fin y al cabo, se cumple.



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