sábado, 23 de abril de 2011

Lo tienen todas las relaciones.

Puedes ser una persona muy sincera. Alguien intrépido,
leal, honesto. Puedes ser comprensivo y consolador a
la vez. Puedes poner toda la confianza del mundo en
algo o alguien que se la haya ganado. Puedes ser la
persona más generosa del mundo. La más agradable.
Incluso, puedes ser un amigo. Quizás más, quizás un
mejor amigo. Puedes ser el mejor amigo de todo los
tiempos que hayan existido.

Pero, aún esforzándote en cualquier tipo de relación
de amistad o amor, todos recibimos una gran decepsión.
Existen muchas ecepciones. Pero en mayoría,
las recibimos... tarde o temprano. Nos engañan.

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