miércoles, 26 de enero de 2011

Co-razones.

Yo no estaba preparado. Jamás tuve la corazonada
de que mi corazón sintiese un adiós no permanente.
Me has enseñado que, a veces, lo que más quieres
tienes que dejarlo libre. No significa que se hayan
terminado todas las tardes de vagancia descomunal
mientras observábamos a la gente pasar y nos
contabamos cada una de las partes de nuestra vida.
Creo que yo no estaba preparado para tu necesidad
de libertad. El miedo de que se destruyera el lazo infinito
que nos unía desde que éramos una crios se apoderó de mí.

X me ayudó a organizar en mi cabeza cada uno de
los apartados que nunca comprendí, era como
una mezcla de sentimientos que jugaban a la cogida.
Ahora sé que sólamente necesito diez minutos para
hablar de nuestras vidas. Verte veinte minutos al día
y sentirme tranquilo porque estas segura estes donde estes.
Y un solo abrazo después de tiempo, es como el
primer abrazo que te han dado en la vida.
Pero lo más importante. Que eres feliz.
Porque aunque duele, lo que más quieres
debe ser siempre libre, ¿no?

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